DEL CAMPO A LA TAZA

¡Hola, coffe lover! Hoy nos sumergimos en el corazón del
café mexicano, explorando la travesía desde las montañas hasta tu taza y por
qué establecer conexiones cercanas con los productores es crucial para el
futuro del café.

5 años de CUMBÉ, un café que cruzó fronteras.

5 años de CUMBÉ, un café que cruzó fronteras.

La historia de cómo el estilo de preparación de café en Australia llegó a México y ahora abre sus puertas de vuelta en Australia.

De las Cápsulas al Espresso

La historia de Cumbé comienza en Australia cuando Rafa dejó su trabajo corporativo para estudiar una maestría en Melbourne, Australia. Llegó sin saber que estaba entrando al corazón de la cultura cafetera mundial. "Yo pensaba que sabía de café porque tenía una Nespresso en casa", bromea. Lo que encontró fue un mundo completamente diferente: baristas profesionales en cada esquina, máquinas espresso de tres grupos en tiendas de conveniencia, y una comunidad profundamente comprometida con la excelencia.

El Viaje del Aprendizaje

Como estudiante de maestría, Rafa buscó un trabajo para obtener ingresos. Su primer rol fue de lavaplatos, una experiencia que cuestiona el ego y las decisiones de alguien con experiencia dirigiendo equipos en corporativos globales. Pero fue ahí donde conoció a Diamond, dueño de un pequeño café que se convirtió en su mentor. Diamond necesitaba ayuda y Rafa estaba dispuesto a aprender.

"Trabajé 8 horas haciendo solo espressos", recuerda. "Los dedos se me marcaban del tamper, me dolían las piernas, era una locura. Pero estaba comprometido". Gradualmente lo que comenzó como cuatro horas a la semana se convirtió en tiempo completo. Rafael se convirtió en barista.

El Regreso a Casa: Nace Cumbé

De regreso en México, Rafa escribió su tesis de maestría sobre modelos de negocios sustentables aplicados al café y la convirtió en realidad cuando decidió abrir un café.. Lo llamó Cumbé, una palabra de origen africano que significa celebrar, conmemorar y libertad. Cumbé busca replicar esa experiencia de café de Australia, ofreciendo una experiencia única y auténtica, replicando las recetas de las bebidas, manteniendo sus nombres originales, como Long Black en lugar de café americano, así como la estética, estilo de comunicación y la vibra de Melbourne.

En el proceso de desarrollo de la idea se topó con una industria del café de especialidad en la cuál la experiencia del cliente se dejaba en segundo plano.  "La actitud de muchos baristas locales, apasionados pero exclusivos. Si no conocías la jerga, si no pedías un flat white correctamente, no eras bienvenido". Su premisa era simple para el mercado mexicano: el café no debería ser un filtro para separar a la gente, sino un vehículo para conectarla. El vehículo para hacerlo fue dar un servicio cálido, con detalles como ofrecer un vaso de agua a los visitantes al llegar.

El inicio fue lleno de retos en 2020, con grandes restricciones y pocas personas saliendo a beber café debido a la pandemia, por lo que la creatividad para buscar nuevas formas de acercamiento, y el apoyo de una comunidad de coffeelovers, fueron clave para mantener Cumbé en movimiento.. 

Durante los siguientes años se conectó con productores, se empezó a hacer trato directo con ellos. Se desarrolló un laboratorio propio de tueste, se inició la distribución y venta de café a otras cafeterías, impartiendo catas y llevando café a través de la tienda en línea a otras regiones.

Cruzando el Mundo de nuevo: La Sucursal en Brunswick.

Además de crecer en México se eligió hacer algo extraordinario: abrir una sucursal en Brunswick, Australia donde todo comenzó.

"Creíamos que si queremos ser diferentes, tenemos que hacer cosas diferentes", explica. "Abrir en el otro lado del mundo donde empezó la idea, eso lo hacen pocos".

La sucursal en el barrio más hipster de Melbourne, trajo un nuevo nivel de complejidad. Los clientes australianos con expectativas altas. Un ambiente sumamente competitivo. Pero también generó un efecto hermoso: mexicanos que visitan Australia descubren Cumbé en Brunswick y Australianos que visitaron México encuentran su rincón de México en Cumbē.. Las historias se cruzan y la cultura de ambos países se enriquece.

El Futuro: Expansión de Perspectivas

En  el futuro se busca realizar intercambios de personal. Empleados mexicanos trabajando en Australia, empleados australianos en México. No para expandir agresivamente, sino para expandir perspectivas. Para que cuando alguien pida un espresso, el barista pueda explicar no solo el nombre, sino la cultura detrás de él.

Las Personas, La Razón de Ser de Cumbé

En 2025 se cumplen cinco años de la apertura de Cumbé en México, la tesis sobre modelos de negocios sustentables se ha materializado. No es una empresa masiva. Es un proyecto donde múltiples personas se benefician monetaria cultural, y emocionalmente del éxito compartido. 

A los cinco años, cumbé es un proyecto cada vez más enfocado en las personas, que no solo busca ser sustentable y compartir con cariño y respeto una experiencia única, si no un proyecto en el cuál el café solamente se vuelve el medio para poder llegar a objetivos más grandes. Cuidar el medio ambiente a través de acciones como el uso de bolsas de fécula de maíz impresas con tinta vegetal, promoción del uso de la bicicleta, contribución al reciclaje de residuos. Cuidar a las personas creando un ambiente donde todos se sientan valorados y cuenten con oportunidades de desarrollo. Hacer equipo para buscar que todos se beneficien pagando precios justos a los productores de café.

"Eso es lo que más me gusta", dice Rafa, visiblemente emocionado. "Ver que empecé siendo solo yo explicando mis historias de café, y ahora hay un equipo. Hay personas en México, personas en Australia. Todo un equipo de personas haciendo que suceda".

Cumbé es la prueba de que el café puede ser mucho más que una bebida. Puede ser un puente entre mundos, una responsabilidad compartida, y una celebración de lo que significa estar vivo, conectado y comprometido con algo mayor que uno mismo.

Porque al final, eso es lo que significa Cumbē: celebrar, conmemorar y libertad.

 

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